domingo, 25 de septiembre de 2016

Sin ti.

Día 1 sin ti: Miro todo el rato mi puerta por si te veo aparecer
Día 2 sin ti: Abrazar tu chaqueta no ayuda a cubrir tu ausencia.
Día 3 sin ti: No sé que es peor, no hablar o los pobres intentos de hacerlo.
Día 4 sin ti: Ya no sé que más hacer para sentirte minimamente aquí.

Día 1 contigo: Se me había olvidado lo mucho que te brillan los ojos.


martes, 20 de septiembre de 2016

Cristales.

Yo quise romperme, porque pensé que, si los veía por separado, podría escoger los trozos mejores y quitar los que duelen, para hacer una mejor versión de mí. Y cual fue mi sorpresa, que cuando ya estaba destrozada en mil pedazos, no pude distinguir los buenos de los malos. Eran todos tan identicos, casi gemelos. Realmente me asusté, pensé que todos eran malos.

Y en ese momento, en el que el daño ya esta hecho, solo me quedó recoger lo que quedaba e intentar formar algo parecido a mí. Y joder, como funcionó, nadie notó que los pedazos se habian movido. Nadie oia el tintineo de los cristales rotos, recorriendo todo mis ser. Cortandome por dentro.

Porque otra cosa que nadi me había dicho, es que los cristales cortaban. ¡Qué tonta que fui! ¡Cómo quedó todo por dentro! Era una maraña de cortes, enredos y desesperación. Estaba tan destrozado todo que empezo a calar por fuera. Los moratones de los critales chocando empezaron a salir debajo de los ojos, en forma de ojeras. Estaba tan arañada que parecía que se habia caido barranco abajo. Y quizás,metaforicamente, eso pasaba.

En este momento de la historia, es cuando llega el gran principe encantador. El que recoloca mágicamente todos mis trozos sin haberlos visto unidos ni una vez. Lo siento, nadie vino a unir mis trozos. Los uní yo. No diré que sóla, no diré que sin ayuda, pero yo. Porque si tú no quieres arreglarte, da igual cuantos principes azules vengan a rescatarte, vas a seguir encerrada en tu torre sin querer salir de él.

Colocarse los trozos duele, sobretodo si estás años dejandolos danzar a su antojo por todo tu ser. Algunos se habían hecho más pequeños, y otros desaparecieron por completo. Fui metiendo piezas, poco a poco, aguantando el dolor.

Y no os lo vais a creer, pero las coloqué todas. Había huecos, no era ni de lejos lo que había sido, pero era un comienzo.


Era un gran comienzo.