miércoles, 16 de diciembre de 2015

Refugio

Ella, pequeña niña tonta
Siempre manchada de lágrimas la cara
Porque no fue capaz de apostar
ni una vez por su alma.

Él, pequeño león sin rugido
que sólo quería quitarle el miedo,
que sólo quería servirle de abrigo
cuando se convertía en hielo.

Ella, como un cervatillo enrredado,
moviendo las patas sin remedio
mirando con terror a todos lados
por si viene el lobo a devorarlo.

Pero tranquila, que el lobo no aparece
que el bosque ya no está oscuro.
Que viene el coco, pero no a comerte
que quiere ser tu lugar seguro.

domingo, 7 de junio de 2015

Nuestro desastre.

En mas de dos años y medio de relación tenemos las fotos juntos contadas, y en casi todas haciendo el tonto. Me regaña porque siempre que saco el móvil para hacernos una pongo caras raras. Empezamos a "tener algo" a insultos. Tenemos conversaciones raras, hablamos de cualquier cosa, desde narrarle el golpe tonto que me he dado ese día  hasta que queremos comer pizza. Se pasa el día metiéndose conmigo, y yo enfadada porque odio con todo mi alma que siempre tenga razón (en serio, te odio mucho) he ido fines de semana a su casa con mi portátil y nos hemos quedado por las noches jugando al lol con amigos. Definitivamente no serviríamos para una película romántica.
O si.
Porque entre juego y juego (o muerte y muerte) me voy a abrazarlo. Cuando no estamos jugando podemos estar abrazados simplemente sin hablar. Y sí, tenemos pocas fotos de cuando nos vemos, porque estamos demasiado ocupados aprovechando cada minuto. Que no paramos de darnos "besos de esquimal" y que cada vez que le digo que me he dado con algo me pregunta primero si estoy bien. También hablamos de como nos echamos de menos. Y de como Oscar esta aprendiendo a hacer todas las tareas cotidianas conmigo enganchada a su espalda (que el me pusiera el mote de koala es por una razón). Que nos sigamos llamando a insultos como al principio.

Y no voy a mentir, tenemos taras, hay cosas que quisieras cambiar, pero esto, nuestro desastre, no lo cambio por nada.

domingo, 31 de mayo de 2015

EL puzzle de 1000 piezas.

Era una niña extraña. Jugaba sola siempre y caminaba si prestar atención a nadie. Los demás niños sólo la ignoraban. Nadie se fijaba en si se sentía sola. A esa edad no se sabe nada sobre la soledad. Quizás ni ella misma se sentía sola.

La niña creció, y se convirtió en una joven extraña. Dejó de jugar pero no de caminar sola. A veces andaba con algún par de personas, pero sucedia en raras ocasiones. Ya no se columpiaba intentando llegar a dar una vuelta, se sentaba en un columpio y veía a las chicas pasar.

Está rota, siempre que la he visto estaba hecha pedazos. Algunas personas la construyen, por diversión creo yo, como quien se pone a hacer un puzzle de 1000 piezas y, al ver que sólo han montado los bordes, lo deshacen y lo vuelven a guardar. Así eran con ella. Cuando se aburrían, destrozaban lo que llevasen construido y se iba a otra cosa. Ella se quedaba ahí, recogiendo los trozos del suelo. Ella nunca se queja cuando la dejan sola, ya está acostumbrada.

Últimamente, la he visto con un chico. Sigue caminando sola a veces, pero parece menos triste. Un poco más niña. Han montado bastantes piezas. Nadie había montado nunca tantas. Ella sigue asustada, las piezas que recoge le tiemblan en las manos, pero resiste. Alguna vez se les ha caido alguna que habían colocado. Se pone nerviosa cada vez que pasa, pero él la recoge del suelo con cuidado y la vuelve a coloca en su sitio. Ella se sigue sentando en los columpios, pero ya no mira a los demás. A veces él la empuja para que suba más deprisa. A veces vuelve a soñar con dar una vuelta completa.

domingo, 19 de abril de 2015

La pequeña bailarina que giraba.

No sabía por qué estaba sola.

Todo el mundo iba en grupo, o al menos en pareja. Pero ella estaba sola.

No sabía por qué estaba sola en medio de la pista.

Giraba sobre sí misma despacio, como si tuviera miedo de perder el equilibrio y caerse. Quizás su grupo no quería bailar y ella sí. Sí, seguramente fuese eso.

No sabia por qué estaba sola en medio de la pista sin bailar.

Observaba a todos, cada pareja y cada grupo, sin dejar de girar. No sabia bailar o no estaba acostumbrada, porque cuando se movía lo hacía con miedo. Tenía miedo a que la gente la mirase y a caerse. A veces giraba con los ojos cerrados, como si no quisiera saber si alguien la miraba o no. Y noté otro miedo, miedo a que nadie la mirase, a que nadie fuera a por ella y se quedase dando vueltas eternamente en aquella pista de baile.

Me fui antes que ella. Seguía bailando o girando, a veces con los ojos cerrados, a veces mirando a los demás. De verdad espero que no se caiga. O que la coja alguien a tiempo.

lunes, 13 de abril de 2015

Sartenazos por amor.

Cuando Oscar y yo empezamos a salir, no nos preguntamos lo típico de "¿quieres salir conmigo?". Después de 2 horas en silencio la pregunta fue "¿Lo intentamos?" y vaya, a día de hoy seguimos intentándolo. Porque tenemos una idea equivocada del amor.

La gente parece que sólo conoce el de las películas, donde da igual todos los problemas, ya que su amor podrá con todo. Bien, bienvenidos al mundo real. El amor no puede con todo.

¡Pero cuidado! No digo que no exista y que, al primer problema, todo se vaya a la mierda siempre, pero el amor solito no puede solucionar todo. No podemos dejar que "lo mucho que nos queremos" sirva. Vuestra pareja os va a desquiciar, vais a querer darle con una sartén en la cabeza muchas veces. Os hará daño, será la persona que más os haga sufrir. Y vosotros a ellos, tampoco sois santos. Y claro, el amor no puede con todo.

No le dejéis carga con todo eso solo. Porque después de todo ese daño, lo vamos a sentir, y lo único que querremos será ir a curarle las heridas. Que el amor hay que alimentarlo, hay que ceder, saber que un "yo te quiero" no es una excusa. Que enamorarse no es ver a esa persona perfecta, sino aprender que sus defectos también pueden hacerte feliz, que tras cada cicatriz que os habéis hecho hay una lección que no se olvida.

Oscar y yo decidimos "intentarlo" hace más de 2 años, y creerme,le he querido dar con una sartén el mismo numero de veces que curarle las heridas.

Pero nos va bien, sí.

Seguimos intentándolo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Borradores

"Yo es que soy así, no cambio" esa frase está ya demasiado vista.

******************

Dicen que el amor de los libros, las canciones y las películas, el loco, el obsesivo, el "te doy todo lo que soy" es el mejor. No creo que sea cierto.

******************

Sí, tú. El que lees esto (cuando lo leas y porque quieras), te vas a dar cuenta de que, si tienes o has tenido pareja, tenéis tantas cosas no en común que asusta. Que obviamente no coincidís en muchísimas cosas, o que no te entiende.
Eso a mí me asusta mogollón. Nos han metido en vena la porquería esa de las almas gemelas y la han liado parda. Ya ves.

******************

"Sabes, nunca quise hacerte daño. No quería meterte en toda esta mierda."

******************

Había una niña triste. Esa niña tenía una caja azul, y en esa caja guardaba monstruos terribles. Cuando estaba decaída, la caja se habría y salían a alimentarse de sus miedos. La niña no era capaz de pararlos.

******************

Así era todo. Una y otra vez. Sentirse fuera de lugar, como si todas las piezas estuvieran colocadas menos la suya.
-Simplemente no quería estar ahí.
-¿Por qué?
Vaya pregunta, hay tantos motivos por los que no quería estar ahí. Tendría que enfrentarse a todos, sonreír a los que odia, tranquilizar a los que quiere y mentirse diciendose que todo va bien.
Y no.
Nada va bien.

******************

Aunque ese chico estaba poniendo todo su empeño. Se le encontraba en todos lados, y siempre conseguía convencerla para acompañarla a sitios. Con él ella no se sentía así, se sentía un pájaro, sentía que se liberaba de todo. Pero no podía arriesgarse. Ella no era un cisne o un colibrí, ella era un erizo, y eso era peligroso.

******************

Adiós, hasta luego, hasta nunca, olvídame.


sábado, 7 de marzo de 2015

Dios bendiga el romanticismo

Los actos de amor desinteresados se están perdiendo. La gente ya no compra flores ni grita a sus amados que los quieren con todos los trozos de su ser. Ahora hacen contratos sexuales y dominantes en nombre del amor. El amor os odia. A todos.

Las relaciones no deberían dictarse por un doble check azul, ni por las veces que mira tu perfil, pero es así, es el nuevo romanticismo y hay que adaptarse. Así que joder, dila lo guapa que sale en la foto que acaba de subir, pasale el enlace de esa canción que te recuerda tantísimo a él, hacer algo.

La gente se pasa la vida buscando amor y a la primera de cambio, al primer tropiezo, se rinden. No. Levantaos, renacer juntos. Si uno cae, caeis, y si uno avanza, no habrá quien os pare.

Pero volvamos al romanticismo antiguo. ¿Habéis visto "say anything? Da igual, no os hace falta, yo tampoco, pero tenéis que conocer esta escena. El chico va por la mañana, mientras ella duerme, a su ventana. Enciende un radiocasete enorme (eran otros tiempos) y pone su canción favorita, declarando su amor.

En estos tiempos pues bueno, te mandará el enlace de YouTube, pero algo es algo.

El amor se está muriendo y nadie hace nada por salvarlo. "Predica con el ejemplo" dirán, y yo de verás que lo intento, por eso hago esto. Y es que nos gustan las cosas tan tontas que no sé por qué es tan difícil serlo.

-No la digas que es una tía buena, dila que es preciosa (o bonita, esa palabra es demasiado adorable)
-Llámala, envíala un mensaje, un whatsapp o señales de humo, pero algo espontaneo y repentino.
-Dile algo bonito sin más, espontaneo (las cosas espontaneas suelen ser agradables) pero en persona. Manda a la mierda el móvil por un día.
-Regálale algo. No digo que os gastéis un pastón, pero un "vi esto y me acordé de ti" enamora, y puede ser algo insignificante, como una simple flor.

Y así mil cosas para impresionar a ella o a él (porque esto también va para las mujeres, que siempre queremos todo hecho). Es tan fácil hacer sonreír a alguien, arreglar una discusión.

Pero quizás soy yo una loca.

Seguramente sea una loca.

Deberíamos comprarnos todos un radiocasete.


domingo, 8 de febrero de 2015

Llamada de atención.

Llamada para ti, persona que nunca jamás leerás esto. Solo informar de que Dios, que estúpido es mirar un móvil que sabes de sobra que no va a sonar, pero que cuando termine esta frase voy a volver a hacerlo. Que quiero escribir pero no sé el qué, que necesito hablar, esa frase cutre de tumblr:

-¿Estás bien?
-Sí.
-Yo sé que eso no es cierto.

Que madre mía, esto va a ser un montón de cosas sin sentido. Como si algo que yo escribo tuviese sentido. Como si yo tuviese sentido.

Ves, ya se me han ido las ideas y no llevo ni media página. Se me han ido las musas. Se han cansado de aguantarme. Tengo 14 borradores aquí y ninguno tiene sentido. Quizás ese es el sentido, que nada nunca tendrá sentido.

Y que no sé quien te habla, si la de 9 o la de 19, que se están peleando y al final van a perder las dos. Que ahora tengo una alarma parpadeante de emergencia dentro.

Parpadeo.
Oscuridad.
Parpadeo.
Oscuridad.
Parpadeo.
Monstruos.
Parpadeo.
Monstruos.
Monstruos.

Mantita, mantita, mantita.


¿Ves? Ni puto sentido.

Dios, dime que tiene sentido para ti. Tiene que tener sentido para ti.


Parpadeo.
Parpadeo.
Oscuridad.