domingo, 19 de abril de 2015

La pequeña bailarina que giraba.

No sabía por qué estaba sola.

Todo el mundo iba en grupo, o al menos en pareja. Pero ella estaba sola.

No sabía por qué estaba sola en medio de la pista.

Giraba sobre sí misma despacio, como si tuviera miedo de perder el equilibrio y caerse. Quizás su grupo no quería bailar y ella sí. Sí, seguramente fuese eso.

No sabia por qué estaba sola en medio de la pista sin bailar.

Observaba a todos, cada pareja y cada grupo, sin dejar de girar. No sabia bailar o no estaba acostumbrada, porque cuando se movía lo hacía con miedo. Tenía miedo a que la gente la mirase y a caerse. A veces giraba con los ojos cerrados, como si no quisiera saber si alguien la miraba o no. Y noté otro miedo, miedo a que nadie la mirase, a que nadie fuera a por ella y se quedase dando vueltas eternamente en aquella pista de baile.

Me fui antes que ella. Seguía bailando o girando, a veces con los ojos cerrados, a veces mirando a los demás. De verdad espero que no se caiga. O que la coja alguien a tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario