domingo, 5 de octubre de 2014

Los sueños que no conseguimos encerrar en el cajón.

Hubo un chico que quiso ser astronauta, para bajarle la luna a su novia. Pero ella se fue con otro , que en vez de bajarle la luna, le levantaba la mano.

Otra chica quiso ser pintora, pero pasaban los años y sólo consiguió pintar sus muñecas de rojo, titulándole "primer y último cuadro".

Un chaval quería ser futbolista, pero sólo jugaba al fifa, que su madre tardó 3 meses en poder comprar, y aún así se quejaba de ella y su vida.

Había un hombre que soñaba con su guitarra, que un día tocaría su melodía delante de millones de personas, mientras contaba las monedas que la gente del metro le regaló ese día.

Hubo una chica que quiso ser actriz, y actuaba todos los días, fingiendo orgasmos con los fríos hombres que la pagaban y la apagaban.

Un chico quiso ser bailarín, pero descartó la idea desde que escuchaba todos los días la palabra "maricón".

Una chica quería ser atleta, y recorrer los 100 metros liso, pero sólo corría delante de la policía, cuando la pillaban robando en una tienda.

Una niña jugaba a ser científica con sus probetas, aunque lo dejó cuando sus padres se rieron de ese "trabajo para hombres".



Un montón de gente se despierta con la esperanza de conseguir lo que tanto desean, y otro tanto de personas se acuestas con la mirada triste porque ese sueño a huido de ellos, y no han sido capaces de atraparlo.

1 comentario:

  1. Me encantó,contaste un final inesperado para cada historia,al menos a mi me sorprendieron esos finales,fueron inesperados y concretos con un claro mensaje :)

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