lunes, 17 de octubre de 2016

Te superé

Hace unos años pensé que nunca dejaría de hablarte, y hace unos meses que pensé que nunca te volvería a hablar. Y aquí estoy, rompiendo ambas promesas. Porque tengo que decirte que te superé.

No diré las tipicas frases, porque fuiste tú quien me alejaste. Me hiciste pensar que nunca sería nadie sin ti, y hasta llegué a creérmelo. Menos mal que me miré en un espejo, menos mal que vi lo equivocada que estabas.

Soy fuerte. No he necesitado que nadie me lo diga, lo fui descubriendo yo. Aprendí que, para sobrevivir, tenía que decirme todas esas cosas que nunca salieron de tus labios. Lo increible que podía llegar a ser, lo grande que sería mi ausencia, muchísimo más que la tuya.

Porque, cuando decidí dejarte atrás, hiciste explosión dentro de mí. Dolió, no lo niego, hay trozos de metralla que aún no he conseguido sacar, pero te lo repito, soy fuerte. Me apoyé en otros, y a veces me apoyé solo en mí. Y no te lo vas a creer, pero me funcionó. Me hiciste creer que sentirme sola era lo correcto, yo aprendí que a veces es bueno estar sola, pero nunca sentirlo. 

Sigo en mi burbuja, pero sin ti, es menos gris. He creado un hogar, y tú no entras por las puertas. 

Desde aquí, desde mi soledad, desde mi fortaleza, te deseo lo mejor. Deseo que nunca tengas la necesidad de destruir a otra persona como lo hiciste conmigo. O que esas personas sea capaces de cerrarte la puerta.

Yo no fui capaz. Pero ahora sí. 

Porque te superé.

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