miércoles, 9 de noviembre de 2016

Me retiro.

Siempre tuve esperanzas con las personas, y siempre me dio problemas. Mi vida se podría resumir con la frase "tu problema fue que esperaste de los demás lo que tú dabas por ellos, y no fue así".

Siempre digo que soy una persona triste con momentos felices. Y últimamente es así. Es cansado esperar cosas que nunca pasan, ser capaces de aguantar y aguantar por alguien, y ver  como ellos se rinden al primer golpe. O como no paras de pensar en los sentimientos de todos y que los tuyos propios sean ignorados. Casi prefiero que los destroen, al menos así sabría que los ven.

Y llega un momento en que hechas la vista atrás, en que ves todas esas persona que te han decepcionado a lo largo del camino, En que ves que no ha servido de nada todo lo que has hecho con todo el mundo. Que te sientes un fracaso igualmente.

Pero hoy, dimito. Hoy no espero nada. Hoy desaparezco y da igual si nadie lo ve jamás.

Me rindo, porque si no espero nada de nadie, nadie me decepcionará. Así de triste y así de cierto.


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